Cada quien se cura como puede.
Te ame, te
ame un montón.
Vos duda
todo lo que quieras.
Decime lo
que quieras.
No te lo
voy a decir, pero me lo susurro a mí
misma.
Y es un
golazo, ya no me duele.
Conozco
tanto tu manera.
Que todas
las piedras que me tiras queriéndome hacer sentir la peor del mundo
Creo que ya
son mis amigas, ya me las adueñe.
Y aprendí, aprendí
un montón.
A comprender el porque llegaban a mí, también.
Porque nadie
más que yo misma se los permití.
Pero por suerte, aprendí.
Vengan,
pasen y sigan de largo.
Ya no son
para mí, ya no me hago cargo de eso.
De tus sin
fin de bombardeos psicológicos, al gran estilo de manotazo de ahogado.
Son tuyos,
o de quien se haga cargo.
Pero yo ya
no. No me sirven, y entendí, que todo eso que me decías y decís, no es más que
una percepción tuya de mi, con lo cual es tuya. No es mía, ni es lo que soy.
Si a vos te
sirve andar tirando bombitas, si es tu manera de sanar.
Cada
quien se cura como puede. Y esta bien.
Seguí, yo ya se quien soy, ya se cuidarme.
Comentarios
Publicar un comentario