"Nadie que escriba algo que merezca la pena puede escribir en paz" Charles Bukowski

Es mejor ser inteligente. Tomalo como de quien viene. Ya sabes como es. Mejor que no le dijiste, así evitas. Te juro, que si no quisiera tanto mi paz. Tendría muchas cosas que decirte, creeme. Y es verdad que, para que pienses que te contesto para pelear. Como si esto fuese una competencia de quien tapa la boca a quien. Que mal estamos. Como se hace para no generar eso. Cómo se si realmente soy yo la que genera eso. O así mismo funciona esta vida. Lo único que puedo saber es que hay que tener cuidado con cual olla es la que uno destapa. Porque después la herida la tenes que sanar vos sola. Asique si, teniendo mil y un cosas que acotar cuando me respondes. como me Respondes. De esa manera en la que lo haces. Cuando me gritas cuando esperaba un te entiendo. Cuando esperaba que sepas que estamos hablando de lo mismo, y con la misma importancia. Me callo. Porque quizás a la mitad del batallón que se viene desp de mi palabra, a la mitad me canso. Me agotó. Tengo más aire del q...

Miento si digo que no te quiero, no te amo. Claro que miento. Y aparte sería imposible entre tanta neblina poder ver con claridad.. Semejante ausencia. Te quiero. Sentimientos encontrados, encontrados están. Algunos más ordenados que otros, pero están. Pero hoy siento que me hacen mal. Me siento ajena conmigo misma. Cada palabra. Cada diferencia me aleja un poco más. Cada discusión llama a la bronca y genera dolor. Y se que a vos también. Tenemos aca entre las manos, algo que fue hermoso, tan hermoso que no nos resignamos a que hoy nos haga mal. Cómo ese viejo jeans que no queremos tirar, y que lo guardamos y guardamos. Pero acá no estamos para ser adorno de ninguna mesita de luz. Y no merecemos a pagarnos día a día, llenarnos de polvo. Así no es la manera, pero tampoco encontramos la indicada. Que hay amor, se que hay. Cada uno tendrá su manera, pero hay. Pero que hacemos con eso? Parece ni alcanzar y eso desespera. Me ves sentada tranquila, pero te juro que desespera...

Pérdida. O quizás es que deje de mirar para los costados y empecé a mirar un poco más para adentro. Y ahí, puede que sea un poco más difícil encontrarse. Quizá no esté tan perdida.  Quizás se exactamente donde estoy y eso es lo difícil. Salir o realmente querer estar donde estoy, irme con todas mis fuerzas o quedarme con todas mis ganas. No tengo ninguna de las dos. Y caigo rendida a la nada misma. Sin fuerzas, cansada despeinada. Aburrida de verme la misma cara todos los días en el espejo. Porque a esta altura, me ponga lo que me ponga se me nota. Ni sabría explicar que es lo que se nota, pero se nota.  Quiero sentirme entera, y me siento en mil pedazos. Junto un par y se me caen otros y así sucesivamente día tras día. Uno siempre vuelve a donde fue feliz y vuelvo a esos días, a buscar razones a sentirme menos perdida. A entenderme que no es tan raro que me sienta tan rota, que no es tan raro que duela, al contrario es lo más normal del mundo. No tengo ganas de busca...

¿ Como son las cosas no?. Uno termina por entender que lo material .. como una casa, no son nada, no tienen ningún tipo de valor. No son nada sin las personas que lleva dentro. Sin las personas, que hacen de simples paredes, una casa. Yo me acuerdo de la casa de mi abuela, de una manera diferente a la que hoy veo. Eran otros tiempos, yo era otra. Creo que esa casa me conoce a mi desde antes que yo la logre conocer. De las pocas o muchas cosas que me acuerdo, para mi era como si fuese una "mansión", inmensa. Inmensamente grande y linda. Enorme, llena de adornos por donde se te ocurra, flores.. mesitas, y sillas por donde quieras. Y no te sorprendías, si de un mes a otro la decoración había cambiado. Otro mueble, otras sillas, otras cortinas (las mismas que sus manteles y vestidos, muchas veces). Sus cuadros, de retratos del abuelo, del bisabuelo que a mas de uno les daba miedo verlos. La casa de la abuela tenia sus reglas (y tiene sus reglas),ella las tenia. "La siesta se...

No suelo sacar el perro a altas horas de la noche. Pero hoy lo hice. Y me recordó, a una de las pocas veces que lo había hecho antes. Era otoño. Hacía frío. Pero ese día hacía más frío de lo normal. Te habías ido. Yo sabía que eso iba a pasar pero ese día, te fuiste, no ibas a volver. Esa noche había vuelto de 'despedirte' o como sea que lo llamen. Yo más bien lo llamaría un lugar para sentarse y llorar nada más. Ni en ese lugar llore todo lo que podía llorarte, hasta ese día aún me mantuve fuerte, como quien organiza una fiesta y esta pendiente de todo sin cansarse ni quejarse de nada. Lo menciono así, porque hoy pensándolo bien hubiese hecho un capricho en el medio del piso y me hubiese puesto a llorar como una nena. Pero no, crecemos y no hacemos esas cosas. Aunque que bien nos vendría no?  De cuantas mochilas pesadas nos aliviariamos si haríamos un buen escándalo de llanto cuando algo nos rompe el alma en pedacitos. Esa noche volví, y como nunca me fui a caminar sola. H...