2 años. Ella mi favorita, yo la suya.
No suelo sacar el perro a altas horas de la noche. Pero hoy lo hice. Y me recordó, a una de las pocas veces que lo había hecho antes. Era otoño. Hacía frío.
Pero ese día hacía más frío de lo normal. Te habías ido. Yo sabía que eso iba a pasar pero ese día, te fuiste, no ibas a volver.
Esa noche había vuelto de 'despedirte' o como sea que lo llamen. Yo más bien lo llamaría un lugar para sentarse y llorar nada más. Ni en ese lugar llore todo lo que podía llorarte, hasta ese día aún me mantuve fuerte, como quien organiza una fiesta y esta pendiente de todo sin cansarse ni quejarse de nada.
Lo menciono así, porque hoy pensándolo bien hubiese hecho un capricho en el medio del piso y me hubiese puesto a llorar como una nena. Pero no, crecemos y no hacemos esas cosas. Aunque que bien nos vendría no? De cuantas mochilas pesadas nos aliviariamos si haríamos un buen escándalo de llanto cuando algo nos rompe el alma en pedacitos.
Esa noche volví, y como nunca me fui a caminar sola. Hace unas noches atrás había llorado y caído en la cuenta que te tenías que ir, que ya era la hora.
Pero esa noche, estaba cayendo en la cuenta de que te iba a extrañar pero no, no sabía cuanto.
Al otro día también. Me desperté temprano. Me vestí con lo que podía. Y ahí estaba firme. Lo único que pude hacer con todas mis fuerzas era apretar los puños de mi campera y repetirme una y otra vez 'parece mentira'.
Y desde esas noches, desde esos días. Repaso, me acuerdo, pienso y revivo todos esos días. No, no lo hago de masoquista. Para nada, lo hago para sentirte cerca. Como si no fuese a cumplirse dos años de que no estas. Como si eso fue ayer, y todavía no pasó tanto de la última vez que te vi.
Se puede extrañar a muchas personas y de diferentes formas.
Pero cuando extrañas a alguien que era incondicional con vos, es jodido.
Eso no se consigue en cualquier almacén.
De esos que te bancan siempre.
De esos que te aman, te adoran con el alma, y no les timbla la voz para bancar lo mismo que banco a solas, bancarlo frente a la gente. No hay en todos lados esas personas.
Yo su favorita y ella la mía.
Pero ese día hacía más frío de lo normal. Te habías ido. Yo sabía que eso iba a pasar pero ese día, te fuiste, no ibas a volver.
Esa noche había vuelto de 'despedirte' o como sea que lo llamen. Yo más bien lo llamaría un lugar para sentarse y llorar nada más. Ni en ese lugar llore todo lo que podía llorarte, hasta ese día aún me mantuve fuerte, como quien organiza una fiesta y esta pendiente de todo sin cansarse ni quejarse de nada.
Lo menciono así, porque hoy pensándolo bien hubiese hecho un capricho en el medio del piso y me hubiese puesto a llorar como una nena. Pero no, crecemos y no hacemos esas cosas. Aunque que bien nos vendría no? De cuantas mochilas pesadas nos aliviariamos si haríamos un buen escándalo de llanto cuando algo nos rompe el alma en pedacitos.
Esa noche volví, y como nunca me fui a caminar sola. Hace unas noches atrás había llorado y caído en la cuenta que te tenías que ir, que ya era la hora.
Pero esa noche, estaba cayendo en la cuenta de que te iba a extrañar pero no, no sabía cuanto.
Al otro día también. Me desperté temprano. Me vestí con lo que podía. Y ahí estaba firme. Lo único que pude hacer con todas mis fuerzas era apretar los puños de mi campera y repetirme una y otra vez 'parece mentira'.
Y desde esas noches, desde esos días. Repaso, me acuerdo, pienso y revivo todos esos días. No, no lo hago de masoquista. Para nada, lo hago para sentirte cerca. Como si no fuese a cumplirse dos años de que no estas. Como si eso fue ayer, y todavía no pasó tanto de la última vez que te vi.
Se puede extrañar a muchas personas y de diferentes formas.
Pero cuando extrañas a alguien que era incondicional con vos, es jodido.
Eso no se consigue en cualquier almacén.
De esos que te bancan siempre.
De esos que te aman, te adoran con el alma, y no les timbla la voz para bancar lo mismo que banco a solas, bancarlo frente a la gente. No hay en todos lados esas personas.
Yo su favorita y ella la mía.
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