Corta.
Los chicos, la hacen corta.
Me duele, me molesta, me enoja y te lo digo como me sale. Sino me entendiste, me tiro al piso y te hago un berrinche de a aquellos, pero bien de esos fuertes para que entiendas, que quiero un abrazo.
Para que te des cuenta, que ya no va más.
Que los grises a cualquiera le hacen mal.
Que por uno de los dos caminos, hay que escoger.
Para ellos, es así.
Le preguntas algo, y te van a decir lo que tiene presencia en su vida, lo demás es pura decoración.
La presencia tiene peso, lo demás se vuela como una hoja.
Y el otoño está lleno de esas.
Pero los grandes somos más bludos.
Nos creemos que somos más inteligentes, pero te juro que no es así.
Creemos que porque tenemos palabra más fluida, que tenemos mayor hilo de conversación, nos la sabemos todas .
Y no hacemos más que marearnos en mil y un palabras que no terminan siendo nada.
Ellos en cambio, te la hacen corta.
"No se como decirte que me duele. Pero no me despegó de vos, entérate que me duele, que no se que es que me duele pero me duele y necesito que te enteres.
No me pidas que te cuente como es, porque eso hacen los grandes.
Buscarle significado a todo, y a todo un para que."
Si me duele no me callo .
Si me molesta, no juego con ese amigo.
Si algo no me gusta lo lloro pataleo, pero me importa poco lo que piensen, no me gusta y que se enteren.
Pero los grandes somos más bludos le damos vuelta a todo. Le buscamos mijagas a los momentos lindos que pasaron, cuando hoy, de esos no hay ni en figurita.. Nos seguimos imaginando algo, que ya no somos capaces de alcanzar.
Ya no logramos ese efecto. Fue mágico. Fue realmente lo mejor.
Pero ya no llegamos a eso.
Que se yo por que.
Si lo sabría no le estaría buscando el porque a tanto dolor.
Quizás creo que hay cosas que se rompen, sin saber cuando es que exactamente se rompieron, y desde ese momento ya nada vuelve a ser igual.
Y que estamos rotos lo entiendo.
Pero estoy todavía un poco cuerda para al menos intentar comprender, y recordarme cada tanto, que allá fuera puede haber algo mejor, y aunque quizás no sea así, al menos no nos quedamos rotos por dentro, al menos intentemos sanar para nosotros sin esperar que eso que venga sea lo mejor.
Supongo que si viene algo medio apestoso, nos iremos a dar cuenta.
Que te quiero, te adoro.
Te abrazo, y te voy a extrañar.
Que fuiste todo, y que de lo mejor.
Que la pifiaste, y yo también.
Que me hiciste pelota, y yo a vos también, perdón.
Pero te tengo que soltar, porque el sostener esta soga me esta cortando los dedos. Y aún así, me cuesta soltarla.
Aunque no me quieras creer, me cuesta.
Y a vos el simular que no la sostenes, cuando también lo haces, y con tanta fuerza que te duele, te duele que aún así, se tenga que cortar. Que no valga la fuerza. Sino que más allá de todo, ya no hay ganas.
Me duele, me molesta, me enoja y te lo digo como me sale. Sino me entendiste, me tiro al piso y te hago un berrinche de a aquellos, pero bien de esos fuertes para que entiendas, que quiero un abrazo.
Para que te des cuenta, que ya no va más.
Que los grises a cualquiera le hacen mal.
Que por uno de los dos caminos, hay que escoger.
Para ellos, es así.
Le preguntas algo, y te van a decir lo que tiene presencia en su vida, lo demás es pura decoración.
La presencia tiene peso, lo demás se vuela como una hoja.
Y el otoño está lleno de esas.
Pero los grandes somos más bludos.
Nos creemos que somos más inteligentes, pero te juro que no es así.
Creemos que porque tenemos palabra más fluida, que tenemos mayor hilo de conversación, nos la sabemos todas .
Y no hacemos más que marearnos en mil y un palabras que no terminan siendo nada.
Ellos en cambio, te la hacen corta.
"No se como decirte que me duele. Pero no me despegó de vos, entérate que me duele, que no se que es que me duele pero me duele y necesito que te enteres.
No me pidas que te cuente como es, porque eso hacen los grandes.
Buscarle significado a todo, y a todo un para que."
Si me duele no me callo .
Si me molesta, no juego con ese amigo.
Si algo no me gusta lo lloro pataleo, pero me importa poco lo que piensen, no me gusta y que se enteren.
Pero los grandes somos más bludos le damos vuelta a todo. Le buscamos mijagas a los momentos lindos que pasaron, cuando hoy, de esos no hay ni en figurita.. Nos seguimos imaginando algo, que ya no somos capaces de alcanzar.
Ya no logramos ese efecto. Fue mágico. Fue realmente lo mejor.
Pero ya no llegamos a eso.
Que se yo por que.
Si lo sabría no le estaría buscando el porque a tanto dolor.
Quizás creo que hay cosas que se rompen, sin saber cuando es que exactamente se rompieron, y desde ese momento ya nada vuelve a ser igual.
Y que estamos rotos lo entiendo.
Pero estoy todavía un poco cuerda para al menos intentar comprender, y recordarme cada tanto, que allá fuera puede haber algo mejor, y aunque quizás no sea así, al menos no nos quedamos rotos por dentro, al menos intentemos sanar para nosotros sin esperar que eso que venga sea lo mejor.
Supongo que si viene algo medio apestoso, nos iremos a dar cuenta.
Que te quiero, te adoro.
Te abrazo, y te voy a extrañar.
Que fuiste todo, y que de lo mejor.
Que la pifiaste, y yo también.
Que me hiciste pelota, y yo a vos también, perdón.
Pero te tengo que soltar, porque el sostener esta soga me esta cortando los dedos. Y aún así, me cuesta soltarla.
Aunque no me quieras creer, me cuesta.
Y a vos el simular que no la sostenes, cuando también lo haces, y con tanta fuerza que te duele, te duele que aún así, se tenga que cortar. Que no valga la fuerza. Sino que más allá de todo, ya no hay ganas.
Comentarios
Publicar un comentario