Hablándole bajito a una piel que asombra
Hiciste más visible las caricias
Cuando quizás eran solo en soledad y hablándole bajito contándole a una piel, lo importante que iba a ser su llegada.
Vos con gritos de alegría, pusiste en alta voz un amor que no tenía porque ir en puntitas de pie.
No había razones para hacer ningún tipo de silencio.
Acompañaste quizás mucho más de lo que mí yo de antes era capas de pedir.
Me diste fuerza para sacar toda la fuerza que yo tenía adentro mío, pero que me habían hecho creer que no tenía que tener, mucho menos demostrar, menos gritarla a los cuatro vientos.
Casi que me creo que había que mantenerlo en secreto ..
A sombras de miedos ajenos.
Que nada tenía que ver con los míos.
Que al contrario del miedo de muchos, en mí, el miedo me daba un poder imaginable.
Y no solo me llenaba de amor
Sino que me hacía invencible.
Gracias sin querer, sin saber me diste fuerzas, me recordaste que yo las tenía.
Lauluciano
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